Autoridades en el Atlántico tienen identificados unos alias, posibles partícipes de masacre en Malambo

Una disputa territorial entre bandas por la venta de microtráfico es una de las hipótesis que manejan las autoridades en el Atlántico frente a la masacre registrada en el municipio de Malambo, en donde tres personas fueron asesinadas, entre ellas, un joven de 16 años y otras tres más resultaron heridas. Las autoridades tienen información de unos alias, posibles partícipes del atentado.

Para esclarecer los hechos, dispusieron de un equipo especial de inteligencia e investigación judicial. 

"Hace parte de las hipótesis que se manejan en esta línea de investigación. Es un sector, donde ha tenido situación de estupefaciente, donde hace parte este proceso de pesquisas; también se ha venido haciendo una intervención en este municipio", explicó el Coronel César Sarabia, subcomandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla.

Inicialmente, fue ofrecida una recompensa de 30 millones de pesos para quienes dieran información que permitiera la captura de los responsables, monto que fue aumentado y actualmente es de 50 millones. 

En este sentido, Rumenigge Monsalve, alcalde de la población afirmó que hay datos de unos alias, quienes, al parecer, están involucrados con el triple crimen.

"Ya tenemos información de unos alias, pero no podemos revelarlos. Estos datos los obtuvimos por una fuente humana que nos manifestaron, quienes llegaron al sitio por disputa del territorio. Hoy también estamos esperando que, familiares, amigos y conocidos se acerquen. Por parte de la alcaldía, hemos ofrecido todo el acompañamiento psicológico, profesional y fúnebre que se necesite", indicó Monsalve, quien lamentó lo ocurrido e indicó que los autores de la masacre deben ser aprehendidos y responder con todo el peso de la ley.

No obstante, la familia del adolescente de 16 años, víctima del hecho, no sale de la consternación.

Según Manuel Domínguez, padre del joven, su hijo se dirigía a un quinceañero, cuando repentinamente se originaron los disparos.

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En medio de la tristeza que le produce, no volver a abrazarlo, Manuel recordó la última conversación que tuvo con el adolescente, antes del tiroteo.

"El momento que compartimos fue cuando iba para el quinceañero, él estaba todo alegre y me dijo: Papá, voy un rato, me vengo a la una porque mañana tengo que jugar", aseveró Manuel, quien aseguró que era un muchacho de su casa.

Asimismo, expresó que a su hijo le gustaba el fútbol y su sueño era llegar a la liga colombiana, pero destacándose. Por ello, estaba preparándose en una escuela.

"Él jugaba en una escuela llamada Boca Junior de Soledad, de delantero siete. Mi hijo nunca se comparaba con nadie, él quería ser él mismo, un jugador digno de su propia imaginación, un don que le dio Dios tener baloncito en el pie y hacer maravillas".

Señaló que el joven dejó un dolor enorme en su corazón y en el de su familia.

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