El sueño de la anhelada estrella 11 está más vivo que nunca. El Junior de Barranquilla clasificó este domingo a la final del fútbol profesional colombiano, tras culminar el cuadrangular semifinal con 11 puntos, convirtiéndose en el líder sólido del denominado “grupo de la muerte”. Aunque el equipo rojiblanco cayó 2-1 frente a Independiente Medellín en el estadio Atanasio Girardot, los resultados paralelos y la inteligencia táctica mostrada en las primeras jornadas del cuadrangular le permitieron quedarse con el tiquete a la gran final de diciembre.
Junior sufrió en Medellín, pero también demostró carácter. En un primer tiempo complejo, el equipo exhibió un rendimiento distante al dominio que mantuvo en los cinco partidos anteriores. El factor mental —pues el empate le bastaba para clasificar— pareció pesar en los jugadores, quienes se vieron sorprendidos por un Medellín agresivo desde el minuto 17. Remates de media distancia de Jaime Alvarado y Jarlan Barrera comenzaron a encender las alarmas en el arco defendido por Mauro Silveira.
A los 28 minutos, la presión paisa se reflejó en el marcador: Brayan León, exjugador del Junior, cumplió la ley del ex tras aprovechar un pase del argentino Federico Fydriszewski y definió con precisión al palo izquierdo. Minutos después, Junior tuvo la gran oportunidad de igualar desde el punto penal, pero el cobro de Edwin Herrera resultó débil y Éder Chaux atajó sin complicaciones.
Cuando parecía que el primer tiempo se iría con un solo gol en contra, llegó otro golpe. En el tiempo agregado (45+9’), José Ortiz, también ex-Junior, empujó un rebote tras una doble falla defensiva entre Silveira y Jermein Peña, ampliando el marcador 2-0 y dejando al “Tiburón” aturdido justo antes del descanso.
La buena noticia llegaba desde Cali: América vencía 2-1 a Nacional, resultado que mantenía a Junior en la cima del cuadrangular. Sin embargo, era evidente que el equipo necesitaba una reacción para evitar sorpresas. Por esa razón, el técnico Alfredo Arias hizo tres cambios claves para el segundo tiempo: ingresaron Bryan Castrillón, Jhomier Guerrero y Teófilo Gutiérrez, quienes revitalizaron al equipo desde los primeros instantes.
La respuesta fue inmediata. A los 48 minutos, tras una pared con Paiva, Bryan Castrillón definió con calidad y puso el descuento 2-1, devolviendo la tranquilidad y encendiendo nuevamente la ilusión rojiblanca. La presencia de Teófilo también fue determinante, aportando calma, orden y criterio para manejar los tiempos del partido. Medellín intentó reaccionar, pero Silveira respondió de manera magistral en un mano a mano con Léider Berrío, evitando el tercero del local.
Mientras en Medellín el juego transcurría sin mayores sobresaltos en los minutos finales, en Cali el drama era absoluto: Nacional buscaba remontar para arrebatarle el cupo a Junior. Aun así, América sostuvo el 3-2 y terminó de sentenciar la clasificación del Tiburón.
Tras un todos contra todos con altibajos, Junior construyó un cuadrangular de autoridad, venciendo a rivales históricos como Nacional, América y el propio Medellín, reafirmando su jerarquía y su madurez competitiva cuando más se necesitaba.
Ahora, el equipo de Alfredo Arias se prepara para enfrentar al Deportes Tolima, que más temprano venció 1-0 a Fortaleza y aseguró su presencia en la final. Serán dos partidos donde Junior buscará darle a su afición un regalo inolvidable: la estrella de Navidad, la estrella 11, esa que está hoy más cerca que nunca.