¿Cuánto cuesta rodar? Motocarrista asesinado en La Arboleda pagaba ‘vacuna’ de $40.000 al mes

Más que delicada es la situación de seguridad que vive hoy Soledad, un municipio que parece haber sido tomado por estructuras criminales que extorsionan, amenazan y asesinan a trabajadores del transporte informal como si se tratara de territorio sin ley.

El más reciente hecho de sangre ocurrió en la noche del miércoles 18 de junio frente a la parroquia María Rosa Mística, en el barrio La Arboleda, donde fue asesinado a tiros Carlos Augusto Durán Marín, un motocarrista de 35 años, justo cuando recogía un pasajero. Testigos relataron que se escucharon al menos tres detonaciones antes de que el cuerpo de Durán quedara tendido en el asfalto, a pocos metros de su motocarro.

El pasajero que lo acompañaba, identificado como José Gregorio Pacheco Niebles, también resultó gravemente herido y fue trasladado al Hospital Universidad del Norte, donde permanece con pronóstico reservado. Lo que ha sorprendido a los investigadores es que Pacheco también sería motocarrista, y ambos, al parecer, se dirigían a buscar un vehículo en el sector de Puerto Millo.

Las autoridades ya manejan varias hipótesis y todas apuntan a un factor común: la extorsión. Al parecer, Durán Marín habría sido una de las víctimas de los llamados “impuestos criminales” que bandas como Los Costeños estarían cobrando a los conductores de motocarros para dejarlos trabajar en zonas específicas del municipio.

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Una de las hipótesis indica que la víctima se había negado a seguir pagando una cuota mensual de 40 mil pesos a un sujeto conocido como alias ‘Maldad’, supuesto cabecilla local de la estructura criminal. Esta negativa habría desencadenado el ataque.

Pero lo más alarmante es que en Soledad ya circulan versiones sobre la existencia de stickers identificadores, que se estarían colocando en los motocarros para señalar a qué grupo criminal se le paga extorsión. Un método con el que los delincuentes delimitan su “territorio de cobro” y que podría extenderse peligrosamente a otros gremios y municipios del Atlántico, incluida Barranquilla.

En entrevista con Emisora Atlántico, Santander Donado, director del Instituto de Tránsito de Soledad, confirmó que ha recibido denuncias sobre estos stickers, pero señaló que el tema rebasa su competencia:

“Yo soy autoridad de tránsito, no de Policía. No puedo mandar a quitar un sticker sin saber qué hay detrás. Si se trata de una modalidad de extorsión, son el Gaula y la Policía los que deben intervenir”, explicó.

Donado además hizo un llamado a los motociclistas y ciudadanos a denunciar sin miedo ante las autoridades correspondientes.
El Gaula de la Policía Metropolitana de Barranquilla ya asumió la investigación del crimen de Durán Marín, así como de otras denuncias relacionadas con cobros ilegales a motociclistas y motocarros. La línea gratuita nacional para reportar extorsión es #147.

Este sistema de extorsión no solo golpea al gremio del transporte informal, sino que también pone en riesgo a comerciantes, tenderos y hasta conductores de buses, lo que podría derivar en una crisis de movilidad y seguridad aún mayor en la región.

Mientras la violencia se recrudece y la justicia avanza a paso lento, en Soledad crece el miedo y la sensación de abandono. El crimen de Carlos Augusto Durán no es un caso aislado: es la punta de un iceberg que amenaza con hundir la tranquilidad de un municipio sitiado por la delincuencia.

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