
En varias zonas del Área Metropolitana de Barranquilla se ha intensificado el flagelo de extorsión. Orlando Jiménez, presidente de la Unión Nacional de Comerciantes del departamento, indicó que uno de los sectores más golpeados es la localidad Suroriente de la capital del Atlántico, donde cerca de 50 negocios han dejado de funcionar, lo mismo está ocurriendo en el Norte y en el Centro de la ciudad.
Jiménez señaló que, muchos de los establecimientos comerciales han sido cerrados definitivamente y otros, vendidos a bajo precio.
Expresó que lo que está sucediendo actualmente, son picos que se presentan en ocasiones. "En realidad se creció bastante, echó muchas raíces, pues lo controla las autoridades en un sector y en otro, ya sea en Soledad, Barranquilla y Malambo. Es algo que venimos notando, a pesar del esfuerzo que vienen haciendo las autoridades, no se ha podido controlar este flagelo".
De acuerdo con él, las pérdidas que esto ha ocasionado para el comercio son millonarias. Explicó que, el fenómeno, se fortaleció en 2019 Y tuvo un decrecimiento en pandemia, pero nuevamente tomó fuerza.
"Han capturados a muchos miembros de estas organizaciones, pero los que estaban en los bajos mandos están hoy en día están haciendo lo mismo, contratando personas, instrumentalizando jóvenes para que se vinculen a este flagelo".
Le puede interesar: Defensoría del Pueblo llama la atención a diputado del Tolima tras rechazo a familias desplazadas del Catatumbo
Manifestó que, los afectados se están atreviendo a denunciar, contrario a lo que ocurría en años anteriores.
"Hoy con todo este trabajo que está haciendo la autoridad de persuasión en diversos sectores, el comerciante se atreve a llamarlos. Las denuncias se han incrementado ostensiblemente porque sienten que hay alguien que los puede escuchar, que les puede colaborar en el tema".
Amenazas recientes
Hace algunos días, comerciantes de la localidad Norte -Centro Histórico de Barranquilla, varios propietarios de negocios cerraron sus puertas, según manifestaron, por orden de estructuras criminales.
Uno de los afectados, quien prefirió reservar su identidad, fueron, expresó que, fueron arrojados unos panfletos en los cuales, advertían que establecimiento que, pagara extorsión a otro grupo o esté abierto, serán sancionados, con represalias hacia su integridad, a la de sus trabajadores o a la de los clientes.
"Entregaron unos panfletos, donde decían que había un paro armado en los barrios Montecristo, barrio Abajo, Barlovento y otros barrios más, donde dice que negocio que esté pagándole a los otros grupos o esté abierto, serán sancionados por ellos. Por eso, nosotros hemos decidido no abrir hasta nueva orden", contó el comerciante.
Le puede interesar: Rionegro continúa con los operativos de movilidad y seguridad en el aeropuerto José María Córdova
La situación ha provocada pérdidas económicas entre los dueños de los establecimientos, quienes consideran que, no hay una autoridad que les garantice abrir sin el miedo a sufrir algún atentado. Los comerciantes no descartan tomar acciones legales contra las autoridades distritales por no garantizarles la seguridad y el derecho al trabajo.