
Muerte en la vía: joven barranquillero muere expulsado de su carro tras violento volcamiento
Un fatídico accidente de tránsito ocurrido el domingo 15 de junio a las 5:40 p.m. en un puente de la Circunvalar de la Prosperidad, jurisdicción de Puerto Colombia, terminó con la vida de Amir Jacobo Amaya Cantillo, un joven barranquillero de 21 años, estudiante de ingeniería y técnico en electrónica.
Según el informe oficial de las autoridades de tránsito, Amir conducía solo su camioneta Ssangyong Kyron (placas KIV-346) cuando perdió el control del vehículo, chocó contra los separadores viales y sufrió un violento volcamiento. Producto del impacto, salió expulsado del carro y falleció instantáneamente.
El suceso quedó registrado en cámaras de video-vigilancia instaladas en la zona, las cuales están siendo analizadas para esclarecer las causas exactas del accidente. Se confirmó que el joven contaba con licencia de conducción, SOAT y revisión técnico-mecánica vigentes.
Peritos de la Unidad Básica de Investigación Criminal de la Seccional de Tránsito y Transporte del Atlántico realizaron la inspección técnica del cadáver y continúan las investigaciones para determinar las circunstancias que originaron este lamentable siniestro vial.
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Recomendaciones viales para evitar tragedias como esta
Este accidente nos recuerda la importancia de conducir con responsabilidad y cumplir con las normas de tránsito para proteger la vida propia y la de los demás. Algunas recomendaciones clave para conductores son:
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Usar siempre el cinturón de seguridad, ya que reduce significativamente el riesgo de expulsión y lesiones graves en caso de volcamiento o choque.
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Respetar los límites de velocidad, especialmente en zonas urbanas, puentes, curvas y tramos con alta circulación vehicular.
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Evitar distracciones al volante, como usar el celular o realizar otras actividades que resten atención a la conducción.
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No conducir bajo los efectos del alcohol, drogas o fatiga, factores que aumentan la probabilidad de perder el control del vehículo.
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Realizar mantenimientos periódicos y revisión técnico-mecánica para asegurar el buen estado del vehículo y su funcionamiento adecuado.
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Conocer y respetar las señales de tránsito y las condiciones del camino, ajustando la conducción según el clima o el estado de la vía.
Estas prácticas no solo protegen a los conductores, sino también a peatones y demás usuarios de la vía, contribuyendo a una cultura vial más segura y consciente.
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