
Alerta en San Felipe: Comerciantes denuncian amenazas y exigen acción del Gaula por panfletos intimidantes
El flagelo de la extorsión en Barranquilla continúa ganando terreno, el fin de semana varios comerciantes de la calle 70C en el barrio San Felipe recibieron un panfleto donde se les exigía “arreglar su situación”, de lo contrario sería objetivo militar.
Tiendas, misceláneas, carnicerías y demás locales no abrieron el fin de semana por miedo a que los grupos delincuenciales tomaran represalias contra ellos.
Le puede interesar: Criminalidad gana terreno en Atlántico: primer semestre cierra con más de 400 homicidios
Alerta Caribe conversó con varios vecinos del sector, los cuales se encuentran atemorizados porque esta problemática ya tocó el comercio de sus sectores.
“Estamos preocupados por los comerciantes, ya el tema de la extorsión llegó hasta donde nosotros y las autoridades deben si o si controlar eso. Estamos con miedo porque ni Dios lo quiera se puede presentar un atentado y nosotros como clientes nos podemos ver perjudicados, ayer martes los comerciantes abrieron con mucho miedo, pero el domingo y el lunes varios no trabajaron”, expresó un vecino.
Otro habitante del sector, quien pidió no revelar su nombre por seguridad pidió la presencia del Gaula de la policía en la zona.
“Es importante que el Gaula nos acompañe y que también acompañe primordialmente a los comerciantes. La seguridad es vital para que ellos puedan seguir prestando sus servicios a la comunidad”.
La policía metropolitana de Barranquilla hace presencia en la zona de la calle 70C, realizando patrullajes con el fin de acompañar a las víctimas de estos amedrentamientos.
Lea también: 14 barrios de Barranquilla y 68 de Soledad se quedarán sin agua hoy 2 de julio
En Chiquinquirá
La extorsión desde hace varios años también tiene fuertemente azotado este sector. Alerta Caribe conoció que este fin de semana un restaurante cerró sus puertas producto de amenazas y exigencias económicas.
Según la comunidad el establecimiento tenía 40 años en el barrio y se encontraba ubicado en la calle 45 con carrera 31.
La policía investiga quiénes están detrás de estos amedrantamientos a los propietarios de locales de comercio.