Mancuso propone que bienes no monetizados entregados por las AUC sean adjudicados a las víctimas

Tras una audiencia virtual ante la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla y al reconocer las responsabilidades en las violaciones a los Derechos Humanos, así como al Derecho Internacional Humanitario, Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar, propuso a manera de sanción social y restaurativa, talleres para recoger herramientas que permitan la reconstrucción del tejido social de todas las víctimas en la costa norte del país. Para ello, planteó una articulación con la Unidad de Víctimas y con la Agencia Nacional de Tierras.

"Podemos articularnos con la Unidad de Víctimas y con la Agencia Nacional de Tierras. Los bienes que entregamos desde el año 2006-2007 a Justicia y Paz, que en ese momento pasaron a Acción Social y hoy están en manos de la SAE, muchos de ellos, quizás el 90% no han sido monetizados, que no han ido a parar y a cumplir con la función social que le corresponde de reparar a las víctimas que causamos; sería importante que pudiésemos recuperar esos bienes y que si no se monetizan se lo entregamos directamente a las víctimas. No sé cómo hacerlo, pero sería una de las propuestas".

Durante su intervención, el exlíder de las Autodefensas una vez más, le pidió perdón a las víctimas por el accionar del grupo armado.
"Yo quisiera primero pedirles perdón a ustedes, de todo corazón nuevamente, y lo haré siempre que tenga la oportunidad, por los hechos victimizantes que les causaron tanto dolor o sufrimiento, por la tragedia que les causamos durante el transcurso de nuestro accionar y lo hago de todo corazón. Les expreso mi arrepentimiento por ello, deseo que esto jamás hubiese sucedido y que nunca vuelva a suceder", manifestó.

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Asimismo, indicó que la prolongación excesiva del proceso también lesiona los derechos de las víctimas de manera indirecta. Para él, ellas no han podido obtener un cierre definitivo, luego de 20 años. Según manifestó, la incertidumbre permanente y la falta de culminación de los procesos revictimizan psicológicamente a quienes esperan verdad y reparación.

"Una justicia tardía y aparentemente interminable mina la confianza en las instituciones y difumina el carácter restaurativo que debía primar. Por ende, la situación actual no beneficia a nadie, ni a la sociedad que no ve consolidada la paz jurídica, ni a las víctimas que no ven conclusiones ni reparaciones plenas, ni a los postulados sometidos a un castigo indefinido, eterno".

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