
El reconocido cantante de música vallenata Jorge Iván Díaz Lafaurie, conocido artísticamente como Churo Díaz, estaría en el centro de un proceso judicial que lo vincula con una presunta estafa masiva superior a los 45.000 millones de pesos en Colombia.
El caso se relaciona con las actividades de la firma Costa Azul S.A.S., una empresa de asesoría jurídica e inmobiliaria creada en 2009 y dirigida por Beatriz Isabel Castro Pérez, exesposa del artista. De acuerdo con la investigación judicial en curso, dicha firma habría ofrecido supuestas oportunidades de inversión en remates judiciales de inmuebles inexistentes, captando ilegalmente dinero de más de 340 personas en distintas regiones del país.
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Un escándalo que sacude al vallenato
El nombre de Churo Díaz ha sido mencionado en el expediente como presunto beneficiario directo del esquema. Se le señala de haber recibido consignaciones cercanas a los 1.200 millones de pesos, los cuales habrían sido utilizados para adquirir vehículos de lujo, propiedades, ganado y joyas, en un período de notorio crecimiento patrimonial entre 2012 y 2015.
Además, se reveló que parte de los fondos habrían sido entregados al artista de manera periódica, en sumas entre 10 y 30 millones de pesos, a través de asesoras comerciales vinculadas a Costa Azul. La investigación también indica que, una vez se hizo pública la denuncia, Díaz habría transferido bienes a terceros para evitar medidas judiciales de embargo o incautación.
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Las víctimas
Entre las personas afectadas por el presunto fraude figuran militares, pensionados, docentes y profesionales que confiaron sus ahorros a la firma, motivados por promesas de retornos rápidos y seguros. Muchos de ellos aseguran haberlo perdido todo.
El proceso judicial ha recabado más de 240 testimonios, incluidos varios miembros de la Fuerza Pública, quienes aseguraron haber entregado importantes sumas a la empresa creyendo en la legitimidad del proyecto y la influencia del entorno del artista.
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Pese a las acusaciones, el intérprete vallenato ha negado cualquier participación en actividades ilícitas y afirma que su crecimiento económico se debe únicamente a su trayectoria artística. En 2018, un juez le impuso medida de aseguramiento no privativa de la libertad, por lo que actualmente permanece en libertad mientras se desarrolla el proceso.
El juicio contempla los delitos de estafa agravada, concierto para delinquir y enriquecimiento ilícito. La parte acusadora insiste en que el cantante tenía conocimiento pleno de las actividades fraudulentas, mientras que la defensa argumenta que su única relación con Costa Azul fue a través de vínculos personales con su entonces esposa.
El impacto del caso
Este escándalo ha generado conmoción no solo en el entorno judicial, sino también en el ámbito de la música vallenata, donde tanto Churo Díaz como Beatriz Castro eran figuras reconocidas. “Mamá Beatri”, como era conocida en el gremio, fue impulsora de varias carreras musicales y rostro visible de la empresa durante los años de mayor captación.
El proceso continúa en una etapa clave, mientras se espera que las autoridades determinen la responsabilidad del cantante en los hechos y se busquen mecanismos de reparación para las víctimas.