La joven Valentina Vergel Guerrero
La joven Valentina Vergel Guerrero
Foto de Redes Sociales
18 Feb 2024 03:06 PM

La joven liberada en el sur del Cesar, fue entregada a su propia familia

Olga Lucía
Cotamo Salazar
La familia de Ana Valentina ha sido víctima del secuestro en tres oportunidades.

La liberación de la joven Ana Valentina Vergel Guerrero en la vereda los Ángeles, zona rural  de Río de Oro en el sur del Cesar, originó alegría y tranquilidad en la familia, que venía enfrentando momentos de angustia,  manifiestan comerciantes del municipio.

La estudiante de psicología de la Universidad Pontificia Bolivariana de Bucaramanga, para inicios del mes de febrero del presente año, tenía previsto iniciar sus prácticas profesionales; la próxima semana se estará vinculando a sus labores académicas.

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"Los 33 días de cautiverio de la joven, el no saber sobre su paradero, no encontrar una esperanza de vida y desconocer el estado en el que estaba la joven, se convirtió en una tortura y pesadilla diaria para nuestra  familia", dijo un tío de la joven.

"Estamos felices, mostramos nuestra complacencia por la liberación de la joven, por parte de la alcaldía de Ocaña, a través de la defensoría del pueblo se indica que los familiares se trasladaron hasta Río de Oro en el sur del Cesar en donde fue entregada Ana Valentina, pero no tenemos información de los responsables del secuestro si se trata de  grupos armados o banda delincuencial", dijo secretario de Gobierno de Ocaña, Fredy Arengas .

La familia de Ana Valentina ha sido víctima del secuestro en tres oportunidades. El primer caso se registró con el abuelo de la joven en el año 2013, posteriormente el padre de Ana Valentina en el 2019.

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Las autoridades confirmaron que durante el 2.023, en Norte de Santander 40 personas fueron víctimas del secuestro: 38  de ellas ya recuperaron la libertad, dos aún siguen en cautiverio. Se trata del señor Mena y Bohórquez de quienes no se tiene ninguna prueba de supervivencia hasta el momento, pero se espera su pronta liberación.

Ocaña ha sido el municipio con mayor número de personas secuestradas en Norte de Santander, y en donde infortunadamente  suele suceder que una misma familia se convierte en víctima de este flagelo en varias  oportunidades por parte del Eln y disidencias de las Farc.