Asentamiento, La Pista.
Asentamiento, La Pista.
Naileth Brugés - La FM
26 Dic 2025 08:20 AM

Entre el dolor y la resistencia: más de 10.000 migrantes sobreviven en La Pista, Maicao, La Guajira

Naileth Ariana
Brugés Altamar
Las autoridades piden ayuda al Gobierno Nacional para que se fortalezca el apoyo a los municipios fronterizos.

En el municipio de Maicao, se encuentra el asentamiento más grande de Latinoamérica llamado La Pista, también conocido como Barrio de Paz, alberga actualmente a cerca de 10.000 personas, en su mayoría migrantes venezolanos y colombianos retornados que huyeron del conflicto armado, el hambre y el colapso de los servicios básicos en el vecino país.

La FM llegó hasta el asentamiento a conocer esas historias como las de Nadine y Yuleima, que reflejan un doble desarraigo. Ambas son colombianas víctimas del conflicto armado que encontraron refugio en Venezuela y hoy regresaron a su país en condiciones precarias.

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“Lo más difícil ha sido la xenofobia, incluso siendo colombiana. El acento te marca”, relató Nadine, que asegura que volver significó empezar de cero tras haber tenido estabilidad y garantías en Venezuela.

Yuleima, por su parte, recuerda que solo cambiaría un episodio de su vida: el día en que la guerrilla asesinó a sus tíos en las fincas de sus abuelos. “No me arrepiento de haber llegado a Venezuela ni de haberme profesionalizado allá. Volver ha sido difícil, sobre todo por la xenofobia, pero no ha sido imposible”, comentó.

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La migración también se vive desde la calle. Miguel Ángel Camar Burbino, reciclador y migrante, denunció humillaciones y agresiones constantes. “Nos gritan, nos tiran agua sucia y hasta me pusieron una pistola en la cabeza por revisar una bolsa. Aquí al reciclador lo ven como si no fuera una persona”, expresó.

Otros habitantes aseguran que no salieron de Venezuela por decisión propia, sino por desesperación. “Duramos hasta 20 días sin luz, no había comida ni trabajo, había saqueos. Eso no se olvida”, contó uno de los migrantes”.

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En La Pista, el invierno agrava la situación: los ranchos se inundan, las calles se convierten en pantanos y durante años la falta de electrificación obligó a conexiones clandestinas que generaron amenazas y conflictos.

Aunque algunos reconocen avances, como el acceso a la luz, el aseguramiento en salud y procesos de legalización en curso, las necesidades siguen siendo enormes. “Antes cocinábamos con fogón y no teníamos seguro. Hoy al menos tenemos luz y atención médica”, dijo una mujer que padece diabetes y agradece recibir tratamiento gratuito en Colombia.

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El personero de Maicao, Ever Quintana, explicó a La FM que uno de los mayores retos del municipio es la falta de atención en salud, agua potable y saneamiento básico, situación que se agravó con la salida de las organizaciones internacionales.