Los vendedores que desafían el coronavirus.
Uno de los vendedores de plátano que utilizan su garganta para ofertar en Montería.
Foto /Jairo Pérez
8 Mayo 2020 12:50 PM

Las voces que el coronavirus no apagó en las calles de Montería

Jairo Alonso
Pérez Delgado
Los vendedores ambulantes siguen desafiando la COVID-19 en las calles de Montería para sobrevivir.

Muchas voces de vendedores que promocionan sus productos como frutas, plátano, yuca, ñame y bocachico para la venta  en las calles empujando una carretilla o con una ponchera  sobre la cabeza se resisten a ser silenciadas por la COVID-19, y lo hacen por la necesidad de sobrevivir y no pasar hambre.

 Los vendedores ambulantes  con su poderosa  garganta ofertan y llaman la atención de sus clientes  en cada barrio, quienes desde las terrazas de  sus casas los esperan diariamente para la compra  con todos los protocolos de salud.  

Darwin García, vendedor de peto dijo que durante  la cuarentena las  ventas han aumentado en la noche porque las personas permanecen en la casas confinadas.

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“La verdad no me quejo gracias a Dios las ventas no paran  vamos poco a poco y los precios se mantiene en 500 y 1.000 pesos, en los horarios de  tres de la tarde hasta las  diez de la noche", explicó el vendedor.

 En este caso la garganta es remplazada por  una corneta de sonido  que  anuncia la llegada en su triciclo del vendedor de  peto a los  barrios  que le asignan.

Mientras  que  algunos vendedores  de plátano en sus carretillas escogieron las  horas de la noche  para vender durante la pandemia y cuya estrategia de venta ha  sido positiva para ellos porque evitan las altas temperaturas y ganan nuevos clientes.

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Plátano, plátano, plátano a 200  y cinco en mil, plátano plátano, barato  aprovechen  los buenos precios en esta época de crisis desafiando el coronavirus en las calles”, expresa Luis Mercado, durante los recorridos.  

Otros  que a diario luchan  y desafían esta enfermedad son los vendedores de bocachico y cachama que utilicen su poderosa  garganta para dar aviso a sus clientes y a la gente en general.  

Las voces que  provienen de gargantas entrenadas, sin importar las altas temperaturas siguen activas y no apagadas durante la cuarentena por las calles de Montería.