Sicarios asesinan a dos jóvenes que jugaban dominó en la terraza de una casa en Barranquilla
Dos jóvenes fueron asesinados por unos sicarios, mientras jugaban dominó en la terraza de una vivienda ubicada en el barrio Me Quejo, en el suroccidente de Barranquilla.
El suceso tuvo lugar en la carrera 24 con calle 82E. Las víctimas fueron identificadas como Kelvis Enrique Hernández Chica, de 21 años y Kenet Alexander Celín Benítez, de 20 años.
Según testigos, los jóvenes se encontraban departiendo tranquilamente cuando dos sujetos armados, cada uno con un arma de fuego, llegaron caminando y abrieron fuego de manera indiscriminada y sin mediar palabra.
Tanto Kelvis como Kenet recibieron tres impactos de bala cada uno y fueron trasladados de urgencia por sus familiares al Centro de atención médico inmediato del barrio La Manga, donde los médicos de turno confirmaron la muerte.
La investigación preliminar adelantada por funcionarios de la Sijín, ha puesto el foco en las estructuras delincuenciales locales. Una de la hipótesis del doble homicidio, indica que el atentado fue ejecutado por integrantes de la pandilla ‘Los 2011’, subordinados por el grupo delincuencial organizado ‘Los Costeños’.
Los expertos señalan que el hecho violento está directamente relacionado con las disputas territoriales por el control de las rentas ilícitas, específicamente la venta de estupefacientes, entre ‘Los Costeños’ y el grupo armado organizado ‘Clan del Golfo’.
El escenario se vuelve más complejo al considerar que los hechos ocurren en medio de la tregua y los diálogos de paz anunciados entre 'Los Pepes' y 'Los Costeños' con el gobierno nacional.
Como evidencia física en el sitio, las autoridades recolectaron dos vainillas de pistola calibre 9 milímetros y un proyectil calibre 38.
Un detalle adicional es que Kenet Celín había retornado recientemente a la ciudad tras cumplir servicio militar en Bogotá, del cual fue retirado en junio por motivos aún no esclarecidos.
La comunidad del suroccidente de Barranquilla vive bajo la sombra de estos enfrentamientos entre estructuras criminales que no respetan las pausas en los diálogos de paz.