Una antioqueña de 31 años
El 10 de octubre del año 2009, Claudia Patricia Arteaga, vio su futuro dentro de la Policía Nacional, logrando culminar sus estudios en la Escuela de Formación de Policía, Carlos Eugenio Restrepo en la Estrella (Antioquia). Pero sus sueños no terminaron ahí.
Policía de Bolívar
10 Mayo 2020 10:09 AM

Ser mamá, esposa y policía, la enorgullece para salir adelante

Orlando
Ramos Esalas
Esta mujer, es una de las muchas que merece ser exaltada por su labor, sobre todo porque le toca escuchar desgarradores testimonios

En tiempos de confinamiento, llega el Día de las Madres, una fecha para no olvidar que rinde homenaje a una figura única en el seno de cualquier familia. Toda profesión inicia con un sueño y continua como un reto. Pero si a esto le sumamos lograr el balance perfecto entre ser mujer, madre, esposa y policía, puede ser una combinación interesante en una mujer.

Claudia Patricia Arteaga Ramírez, una Antioqueña de 31 años de edad, trabaja desde hace diez años por los niños, niñas y adolescentes en el municipio de El Carmen de Bolívar. Su labor le ha traído diferentes reconocimientos dentro de la institución. En tiempos de aislamiento social por causa del Covid-19, la Patrullera Arteaga Ramírez camina hacia un nutrido grupo de niños y niñas, en la población de los Montes de María. Su amor por el trabajo que realiza con los menores es más grande y por eso sonríe mientras coordina las actividades que se van a llevar a cabo durante su jornada laboral.

Le puede interesar: Alcaldía de Cartagena dio a conocer el nuevo Pico y Cédula escogido por concurso

Así ha sido desde hace diez años, cuando ingresó al grupo de Protección Infancia y Adolescencia de la Policía de Bolívar. Desde entonces, su razón de levantarse cada mañana, es la de atender a los niños que han sido víctimas de violencia o que se les han vulnerado sus derechos.

 

Conjugar el tiempo entre ser madre y dedicarse a una profesión tan sacrificada y compleja, siendo durante algunos años estereotipada como “trabajo para hombres”, no ha sido sencillo. “Es difícil ser policía, madre y esposa, sobre todo por el horario, levantarme desde las 5:00 de la mañana para atender mis labores como madre, esposa y policía, llegar a casa para ayudarles con las tares a mis hijas y las mías virtuales, atender a mi esposo y cumplir con la misionalidad de la Policía Nacional, es muy sacrificada”. Detalló Claudia Patricia.

Le puede interesar: En Barranquilla decretan ley seca previo a celebración del Día de las Madres

El 10 de octubre del año 2009, esta mujer, vio su futuro dentro de la Policía Nacional, logrando culminar sus estudios en la Escuela de Formación de Policía, Carlos Eugenio Restrepo en la Estrella (Antioquia). Pero sus sueños no han terminado ahí, pues, en estos momentos está estudiando Psicología en la Universidad Nacional Abierta y a distancia - UNAD. Conversamos con ella vía celular para conocer un poco más de su labor tanto en la institución como dentro de su hogar.

¿Qué la motivó ingresar a la Policía?

Fue allá en mi pueblo natal, Sevilla (Antioquia), donde pertenecía a la Policía Cívica Juvenil. Desde allí he tenido una relación con la institución en la que hoy trabajo. Recuerdo que fue cuando estaba muy pequeña, durante una actividad con uniformados en el barrio, y allí, comprendí que mi destino estaba en este lugar para servir a su comunidad.

Le puede interesar: Cartagena y Bolívar recibieron más de $13.000 millones en donaciones para atender pandemia

¿Qué experiencia la ha marcado en su trasegar institucional?

Cada vez que que un niño narra sus experiencias sufro y lloro por dentro, le doy un abrazo  para que sienta la protección de la Policía. No podemos permitir que las niñas sepan que uno está flaqueando. Es muy duro verlos sufrir tan pequeños porque les pasan cosas que los adultos ni se imaginan.

En el crecimiento de sus hijas, ¿Cuál fue el momento que se perdió y que más le ha costado?

El momento de dejar a mis hijas de meses para irme a trabajar fue difícil, pero he tenido claro lo que quiero para ellas, es un futuro mejor. Puse mi mirada en eso y me encomendé a Dios para que protegiera a mis hijas y pudiera lograr lo que quería, ser parte de la Policía Nacional, por eso mi pasión por la profesión fue amor a primera vista, pues ingresé por vocación, ese espíritu de servir a los demás. Entré a la institución buscando una estabilidad laboral, el amor fue creciendo desde que ingresé a la Escuela. La verdad es que, si volviera a nacer, volvería a elegir ser Policía.

Le puede interesar: En Soledad (Atlántico) reportan dos agentes de tránsito contagiados con COVID-19

Mientras miles de personas celebran junto a esa figura singular del núcleo familiar, otras, al igual que Claudia, deben estar en sus puestos de trabajo preparadas para prestar servicio, si así fuera necesario. En su trabajo “no hay condescendencia” por ser mujer; “ser policía es independiente del sexo, cumplir igual que el resto de tus compañeros”, sostiene la Patrullera.

Una de la experiencia que recuerda aún con emoción, es haberse graduado como patrullera y tener la oportunidad de trabajar en el Departamento de Bolívar, de conocer una nueva cultura e irse superando durante años en la institución.

¿Le gustaría que sus hijas formen parte de la Policía?

Es una decisión personal. Si lo deciden, yo las apoyo, pero es algo que tiene que nacer de ellas.

¿El tiempo perdido con sus hijas se repone?

No, ellas saben lo difícil que es. Es un reto explicarle a tu familia cuando no puedes estar con ellos.

Mujer, madre, esposa y policía... ¿Cuál sería el orden perfecto de estas tres facetas en su vida?

Primero soy mujer, luego madre, esposa y policía.

¿Qué aportan las mujeres a la Policía Nacional?

El toque femenino, carisma y compañerismo. El feminismo no se pierde. Porque cuando yo me quito el uniforme, me pongo mis tacones, mis trajes, soy igualita que las demás mujeres.

Le puede interesar: Contraloría asumió investigación preliminar de contratos por presuntos sobrecostos en Cartagena

¿Como mujer, hasta dónde se puede llegar en la institución?

Hasta donde uno quiera, los límites los pones tú. Independientemente, cada uno tiene su enfoque. La Policía te da muchas oportunidades para estudiar y seguir adelante en lo que decidas, puedes tener otra carrera. No hay diferencia para aspirar a rangos. Independientemente del sexo que seas, tú te ganas los méritos.

¿Cuál es el principal reto para usted?

Es una tarea muy difícil, llegar a la ciudadanía y sensibilizarlos sobre la protección y la garantía de los derechos de nuestros, niños, niñas y adolescentes. Puesto, que en los hogares es donde más se vulneran los derechos de ellos, y eso es muy doloroso, porque se supone que debe ser el lugar más seguro para ellos.

Le puede interesar: Así respondió Yuranis León a los que critican a su hija

¿Qué le motiva a exponer su vida por otra persona? ¿Vale la pena?

Es mi profesión, es lo que Dios tenía destinado para mí, aunque yo no lo veía en un comienzo. Salvar una vida es una recompensa grande, es riesgoso, pero vale la pena.

Llega el domingo... ¿Qué desea que le regalen este Día de la Madre?

Salud para mis hijas; lo demás, que venga por añadidura

 

Claudia Patricia Arteaga Ramírez, no se detiene, sigue adelante y tal vez en esta fecha cuando publicamos este trabajo, precisamente en el su día,  tenga que estar haciendo una de las cosas que más le gusta, ser Policía, pero con el deseo que poder compartir también con su familia. Dos sentimientos que la impulsan a seguir luchando para que sus pequeñas valoren su sacrificio, pero sobre todo la vean como un modelo a seguir.