Vendió su carro para comprar el arma: las amenazas y la denuncia antes del crimen de la docente Beatriz Suárez en Cartagena

Una serie de nuevos testimonios conocidos por LA FM Cartagena revelan que el asesinato de la docente Beatriz Elena Suárez Martínez no fue un acto impulsivo, sino un crimen planificado, anunciado y precedido por advertencias claras.

Detrás del homicidio, ocurrido el lunes a las afueras del colegio Francisco de Paula Santander, en el barrio La María, aparecen señales de una violencia sostenida, amenazas previas, un historial de celos enfermizos y la denuncia por violencia intrafamiliar que la víctima interpuso este año contra su expareja, Alexis Velazco.

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Vendió un carro para comprar el arma con la que la mató

De acuerdo con un familiar cercano de la docente, Velazco tomó una decisión días antes del ataque que demuestra la preparación del crimen. Vendió el carro que habían adquirido ambos para obtener el dinero con el cual habría adquirido el arma de fuego.

“Él fue y vendió el carro para comprar el arma. Después le mandó a Beatriz una foto mostrándole la pistola y diciéndole que la iba a matar”, relató el familiar a LA FM. La docente, según la misma fuente, eliminó el mensaje y bloqueó a su agresor, confiando en que no sería capaz de eso y que, como siempre, era un comportamiento más de los que ya tanto ella, como su familia estaban acostumbrados. 

La intimidación no se detuvo ahí. Velazco envió la misma advertencia a un hermano de la víctima, que corrió a avisarle a su lugar de trabajo. “Beatriz, quizá no creyó que él fuera capaz de llegar a tanto. Ella salió de su trabajo normal”, dijo.

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Horas después, el hombre la interceptó a las afueras de la institución educativa donde trabajaba como docente de Ética y Valores y le disparó varias veces en la vía pública. Luego se quitó la vida.

El relato familiar confirma que la violencia no fue reciente ni aislada. Antes del nacimiento de su hija —una niña de 9 años que hoy queda huérfana— Beatriz sufría constantes agresiones físicas.

“Antes que la niña naciera, él la golpeaba mucho. Yo recuerdo cuando ella me contaba por Messenger, en esos tiempos cuando no existía WhatsApp. Ella me decía: ‘me pegó aquí, aquí y acá’. Él era un celópata, no la dejaba tener amigas, ni estudiar, ni hacer nada. Solo la dejó estudiar cuando el embarazo de la niña, un embarazo que fue una bendición porque ella había intentado tener hijos y no había podido”, reconstruyó el familiar.

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También indicó que durante el embarazo, las agresiones cesaron temporalmente, y que la relación pareció estabilizarse. Sin embargo, la violencia regresó años después y llevó a Beatriz a tomar la valentía de presentar una denuncia por violencia intrafamiliar en 2025, porque incluso ella le puso fin a esa relación. Esa denuncia no fue suficiente para frenar el riesgo que vivía.

Según la Oficina de la Mujer en Cartagena, este caso con todos los rasgos y antecedentes que tiene debe ser investigado junto a la Fiscalía y Medicina Legal para saber si finalmente se trata, o no, de un feminicidio, que incluso, sin contar este último caso en la ciudad ya se registran dos.

El hecho

El informe oficial de la Metropolitana de Cartagena indica que, "eran las 4:00 de este martes 25 de noviembre cuando se presentó el homicidio de Beatriz Elena Suárez Martínez, de 43 años, natural de Montería Córdoba, de ocupación docente, quien falleció en el lugar de los hechos,  a causa de heridas con arma de fuego".

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Según manifestaron testigos a las autoridades en el lugar de los hechos, la víctima se encontraba en la vía pública cuando llegó su expareja, sacó un arma de fuego y le disparó en repetidas ocasiones, causándole la muerte en el mismo sitio. Metros después, el agresor se disparó y se quitó la vida.

"El victimario, identificado como Alexi Velazco Salazar, de 51 años, natural de Cartagena, presentaba una anotación judicial por el delito de violencia intrafamiliar (2025)", señaló la Policía. 

En conversación con La FM, la secretaria de género del Sudeb, Teresa Rangel, se refirió al caso rechazándolo y pidiendo garantías para las mujeres. “Justo en una fecha en la que las mujeres de todo el mundo estamos en las calles exigiendo la erradicación de la violencia, pasa esto. Era una profesora excelente, que acababa de pasar el concurso docente. Truncaron sus sueños”, dijo.

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Además, agregó que, “denunciamos públicamente este acto de violencia que acabó con la vida de nuestra compañera docente. Exigimos justicia y que cese la violencia contra las mujeres y nuestras niñas en Cartagena, donde también continúan las desapariciones femeninas”.

“Era una excelente persona, dejó un legado en muchos colegios”

La familia insiste en que Beatriz era una mujer noble, trabajadora y querida por sus estudiantes. “Mi prima era un excelente ser humano, una excelente profesora, dejó un legado en varios colegios  de Cartagena”, expresó.

Con este asesinato, ya son 17 las mujeres asesinadas en Cartagena en lo corrido del año, una cifra que organizaciones feministas han calificado en varias ocasiones como una situación que requiere acciones contundentes y urgentes, por parte de las autoridades locales e incluso, nacionales.

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Es de resaltar que la muerte de Beatriz, tuvo lugar este martes de 25 de noviembre, mientras cientos de mujeres manifestaban en el Centro Histórico para conmemorar el Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer.

Fecode se pronunció: “¡Ni una más, ni una menos!”

De otro lado, la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) se pronunció a través de su perfil oficial en Facebook sobre este hecho. El sindicato lamentó profundamente el crimen y recordó el legado pedagógico de la maestra.

“Ella seguirá siendo recordada como una reconocida y muy querida docente de Ética en la Institución Educativa Francisco de Paula Santander, pero que instruyó a decenas de estudiantes en esta ciudad. Fecode y su Secretaría de Género, Inclusión e Igualdad lamentan esta pérdida. Expresamos nuestras condolencias a su familia, comunidad y allegados. ¡Ni una más! ¡Ni una menos! Las queremos vivas”, expresaron en su comunicado.