
Santa Marta proyecta solución a vertimientos de aguas residuales con nuevas plantas de tratamiento
Santa Marta avanza en la búsqueda de soluciones efectivas y rápidas para mitigar la problemática ambiental derivada de los vertimientos de aguas residuales. Así lo planteó el agente interventor de la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta (Essmar E.S.P.), Erney Velásquez, quien propuso un cambio de enfoque hacia la implementación de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) modulares como alternativa a la actual red de estaciones de bombeo.
El planteamiento surge en un momento crítico para la ciudad, cuya red de alcantarillado ha sido rebasada por el crecimiento urbano, la falta de mantenimiento y la carencia de infraestructura adecuada para el tratamiento de aguas residuales. Es común que sectores enteros, especialmente durante temporadas de lluvia, sufran rebosamientos de aguas negras en calles, viviendas y playas, lo que pone en riesgo la salud pública y afecta gravemente la imagen turística de la capital del Magdalena.
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Velásquez señaló que el sistema basado únicamente en estaciones como la EBAR Norte resulta insuficiente para el tratamiento efectivo del caudal residual que llega a cuerpos hídricos como la Bahía Norte y el río Manzanares. En su lugar, propuso modernizar esas infraestructuras e instalar módulos de tratamiento directo en puntos clave como la estación Zuca, donde ya se proyecta una PTAR con capacidad para tratar hasta el 40 % de las aguas residuales que actualmente se descargan sin procesar.
A esta iniciativa se suma el anuncio de una planta de tratamiento en el sector turístico de El Rodadero, y el avance del proyecto en Salguero, cuya financiación —afirmó— está garantizada por los propios constructores del área. En total, serían tres plantas de tratamiento las que se construirían en el corredor sur de la ciudad, con respaldo de la Superintendencia de Servicios Públicos y de desarrolladores urbanos.
“Estas obras no requieren alianzas público-privadas ni tiempos largos de estructuración. Están prácticamente financiadas y listas para su ejecución inmediata, con plazos de entre uno y 1,5 años”, indicó el interventor.
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La propuesta de Essmar apunta no solo a reducir el impacto ambiental de los vertimientos, sino a transformar la infraestructura sanitaria de Santa Marta, apostándole a soluciones más sostenibles, eficaces y viables técnicamente. La meta: elevar la calidad del agua tratada, recuperar ecosistemas hoy afectados por descargas directas y mejorar la calidad de vida de propios y visitantes quienes padecen por las aguas residuales que circulan por muchas calles de la ciudad.