Mujer es condenada por asesinar a su esposo, un sargento del Ejército, para cobrar su seguro de vida

La tarde del 17 de agosto de 2010, en el restaurante Pollo Árabe de Valledupar, el sargento primero Jorge Eliécer Gámez Bracho compartía con su esposa, Ana Iris Batista Arrieta, cuando dos hombres armados ingresaron al lugar simulando un atraco. En segundos, todo se convirtió en caos: los disparos acabaron con la vida del militar mientras su esposa presenciaba la escena.

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Durante años se creyó que había sido un robo. Sin embargo, las investigaciones demostraron otra verdad: el crimen fue planeado y ejecutado para cobrar un seguro de vida, además de quedarse con la pensión y los bienes del uniformado.

Ocho años después de su recaptura, el Juzgado Tercero Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Valledupar emitió sentido de fallo condenatorio contra Ana Iris Batista Arrieta, al considerar que fue la autora intelectual del homicidio agravado de su esposo.

Durante el juicio, la Fiscalía 16 Seccional presentó los testimonios de tres personas ya condenadas por el crimen: Olga del Carmen Coronado Atencia, alias 'La Chiqui'; Elías Mandón Buitrago y Daimer Zúñiga, alias 'Kevin'. Todos coincidieron en que la mujer fue quien entregó el dinero, planificó el ataque y expuso a su esposo para que lo asesinaran.

Las investigaciones apuntan a que los autores materiales harían parte de la organización criminal ‘Los Urabeños’, quienes habrían ejecutado el crimen por encargo.

Uno de los testigos, Daimir, relató que presenció las reuniones en las que se organizó el homicidio y que, tras el crimen, la acusada mostró una actitud fría y calculadora. “Participó en la planeación, coordinación y financiación del homicidio con el propósito de obtener beneficios económicos del seguro de vida, la pensión y los bienes de la víctima, de los cuales se apropió con una rapidez inusual”, afirmó la juez durante la lectura del fallo.

El despacho judicial también destacó que la mujer ocultó la condición de militar de su esposo y dio versiones imprecisas en la investigación, intentando desviar la atención sobre su responsabilidad.

Por todo esto, la juez ordenó su captura inmediata y fijó para el 10 de diciembre la audiencia en la que se conocerá la cantidad de años de prisión que deberá cumplir.

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Tras más de una década de espera, la justicia concluyó que el asesinato del sargento Gámez Bracho. no fue un robo al azar, sino un crimen motivado por la ambición y planeado por la persona en quien más confiaba: su esposa