Lo que buscan es que sea cosa del pasado la leña para cocinar los alimentos.
Cuatro mil familias dejaron de cocinar con leña este año en el Atlántico. La afectación por respirar el humo de la madera bajo el fuego es una historia del ayer para estos residentes de zonas urbanas y rurales hasta donde el gas natural no llegaba por deficiencia en las redes de distribución.
Es con este trabajo que la Gobernación del Atlántico busca llevar el servicio a 6184 familias del departamento, a partir de la inversión de 7.504 millones de pesos, provenientes del Sistema General de Regalías, que contribuyen a subsidiar los costos del cargo por conexión y la instalación interna de cada familia para facilitar el acceso al servicio. Por su parte, la empresa Gases del Caribe realizó una inversión en redes que asciende a 3.900 millones de pesos.
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“Estamos comprometidos con el mejoramiento de la calidad de vida de nuestra gente. Y uno de los proyectos con el que estamos generando bienestar es con 'Gas para la Gente', el cual beneficia a familias de estratos 1 y 2 que ya están disfrutando de un servicio de gas que es económico, eficiente, seguro y amigable con el medio ambiente. Atrás quedaron la leña, el gas propano y la energía eléctrica para cocinar los alimentos”, dijo la gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera.
Esta intervención hace parte del programa 'Gas para la Gente' que consiste en la construcción de acometidas domiciliarias e instalaciones internas en 5.894 viviendas de estrato uno y 290 hogares de estrato dos, en cabeceras municipales y zonas rurales en diez municipios.
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Kelly Ortega, beneficiaria del barrio La Candelaria de Baranoa, aseguró que desde que tienen el gas en su vivienda el cambio en la forma de preparar los alimentos ha sido “del cielo a la tierra”.
“Antes, para cocinar usábamos hornilla y teníamos que buscar la leña o comprarla, pero a veces en tiempo de lluvia era difícil conseguir la leña y pasábamos trabajo. Muchos vecinos optaron por estufas eléctricas, pero se les subió el kilovatio y tuvieron problemas con el voltaje. Pero un día decidimos organizarnos para solicitar el servicio de gas y, gracias a la Gobernación, al alcalde y Gases del Caribe, hace dos meses nos instalaron el servicio. Ya tenemos los pulmones más despejados de tanto humo que inhalamos por el uso de la leña y nuestra calidad de vida mejoró”, manifestó Kelly, cuya vivienda es una de las 1.131 que se beneficiarán con el proyecto en Baranoa.
