Gretel Sofía: la niña que soñaba con ser reina y murió en Cartagena por una bala perdida

Soñaba con ser reina y con tener un vestido de princesa el día de sus quince años. Así la recuerda su familia: alegre, risueña, llena de energía y con una sonrisa que contagiaba a todos en el barrio Villa Fanny, en el sur de Cartagena, pero también a sus compañeros e incluso, a cualquier lugar al que llegaba.

Gretel Sofía Maestre tenía 9 años, estudiaba tercer grado en la Institución Educativa Mercedes Abrego y había sido elegida como reina infantil del sector. Su reinado, sin embargo, nunca llegó a celebrarse.

El pasado domingo 12 de octubre, la niña fue alcanzada por una bala perdida mientras compartía con su familia en la terraza de su casa. La noche transcurría tranquila: era puente festivo, y como ocurre en muchos barrios de la ciudad, los vecinos estaban afuera conversando, comiendo empanadas y escuchando música.

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“La niña estaba jugando con mis hijos y los vecinitos. Ya era tarde y su mamá la llamó para protegerla, la sentó en la terraza para que viera muñequitos. Estaban tomando gaseosa, no había alcohol, solo familia”, cuenta Neida Gómez, su tía, con la voz quebrada al recordar el momento.

De un momento a otro, un estruendo rompió la calma. “Pensamos que era una piedra o un tiro de pólvora. Pero de repente la niña se desplomó. La bala le dio en la cabecita. Fue algo injusto. Ella estaba en su casa, tranquila, con su familia”.

Gretel fue trasladada de urgencia a la Fundación Hospital Infantil Napoleón Franco Pareja - Casa del Niño, donde permaneció durante cuatro días en una Unidad de Cuidados Intensivos. Los médicos hicieron todo lo posible, pero la herida era demasiado grave y desde el primer momento su pronóstico fue reservado. Su familia se aferró a la esperanza, pidiendo cadenas de oración y creyendo en un milagro.

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El viernes, ese milagro no llegó. Gretel murió, dejando un vacío enorme en su familia, en su comunidad y en los cartageneros, que han rechazado con vehemencia este suceso, incluso por medio de redes sociales.

“Quería su vestido de 15 años”

Entre lágrimas, su tía recuerda los sueños que tenía la niña, la cual también describen como muy alegre y llena de ideas. “Siempre decía que quería un vestido de 15 años como los de las princesas que veía en los muñequitos. Estaba feliz porque la habían escogido como reina infantil del barrio, hablaban de hacerle su carroza y su traje. Era muy linda, bailaba en todos los concursos, una niña alegre, con muchos sueños”, relata Neida.

Esa ilusión quedó interrumpida por la violencia absurda de alguien que, según la Policía Nacional en Cartagena, disparó al aire sin pensar en las consecuencias. El proyectil llegó hasta la terraza de la casa, donde Gretel estaba sentada al lado de su abuela y su madre.

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“Pedimos justicia. No puede ser que una niña muera así, sin que nadie responda. Lo que pasó con Gretel puede pasarle a muchos niños más”, dice su tía.

Familiares, amigos y vecinos, mientras tanto, convocaron a una caminata por la justicia en su memoria. Su abuela paterna, Sara, también pidió que ojalá se logre hacer justicia por este hecho que marca a toda su familia y que dejará una huella en aquel 12 de octubre cuando ella llegó con patacones y chorizos, también para su nieta, a quien asegura, siempre ha querido como una hija.

A propósito, el Distrito anunció una recompensa de 40 millones de pesos por información que permita identificar al responsable del hecho. Sobre su paradero no hay detalles, ni información oficial. Se desconoce de que calle del sector salió el disparo, así como se desconoce si esta persona es un hombre o una mujer, es decir, aún no hay anuncios relevantes de esta investigación. Según la Policía Metropolitana de la ciudad, hay un equipo de inteligencia que tiene como objetivo adelantar las indagaciones de este caso.

Mientras tanto, en Villa Fanny solo quedan el silencio, la tristeza y el dolor de perder a una niña que se caracterizaba por su alegría, su carisma y sus sueños, esos que una bala pérdida, sin aviso, sin permiso y sin remordimiento apagó.