Parrillero
Maira Alejandra Martinez Castellar
3 Mar 2020 09:50 AM

La inseguridad, el pan de cada día de los cartageneros

El nivel de inseguridad que vive Cartagena de Indias tiene con los pelos de punta a todos sus habitantes.

Los funcionarios del Distrito hablan de  muchos temas “importantes”, Plan de desarrollo, subsidios, coronavirus, se habla incluso de la seguridad que ha ido mejorando notablemente.

Pero los cartageneros difieren con este concepto, pues la percepción es otra a la que tienen los organismos de control, pero hablemos primero del desempleo para luego detenernos en el ancho tubo de la inseguridad.

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Para el cartagenero del común que no tiene un empleo formal,  comprar una moto representa la revolución de sus vidas porque les permite acceder a una fuente de trabajo y de ingresos, o simplemente liberarse de las incomodidades, costos y lentitud de los sistemas de transporte público.

De acuerdo a la opinión y vivencias de los cartageneros, las motocicletas son el factor más alto de inseguridad en toda la ciudad, sobre todo cuando se había disminuido el nivel de atracos en barrios donde se prohibía el parrillero y hoy se les permite la entrada con mujeres a estos sectores.

Después de todo este preámbulo, nos asalta una duda: ¿Cómo explica el Distrito, las autoridades reguladoras (Policía y Datt) el ingreso de una moto con parrillero en el centro de Cartagena?, si es que en todos los rincones del Corralito de Piedra, hay una señal que advierte de la prohibición.

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Es insólito, como se llevó a cabo un atraco dentro de la Ciudad Amurallada, habrá que preguntar dónde estaban las autoridades en esos momentos y qué medidas serias se tomaran al respecto, máxime cuando  acaban de difundir un comunicado oficial de la nueva administración donde se titula “La seguridad ha mejorado y vienen nuevas acciones para el Centro Histórico”.

Será entonces el alcalde quien explique esta situación y hale las orejas a quien tenga que hacerlo, pues los perjudicados son todos los cartageneros, que ya no quieren salir a las puertas de sus casas por temor a que alguien a bordo de una motocicleta llegue a arrebatarle lo poco que tienen.