Ayer un juez de control de garantías cobijó con medida de aseguramiento a Pedro Miguel Ordoñez Peña, el venezolano de 24 años que fue capturado en flagrancia
Una joven turistas croata fue la víctima de un hombre que la conquistó para después extorsionar con 300 dolares
Un juez de control de garantías cobijó con medida de aseguramiento a Pedro Miguel Ordoñez Peña, el venezolano de 24 años que fue capturado en flagrancia en el centro histórico de la ciudad sector La Matuna, cuando recibía un pago por 300 dólares, a cambio de devolver la información financiera sustraída a su víctima, una turista de nacionalidad croata.
El sujeto abordó a la turista croata a su llegada a la ciudad Heroica, cuando departía en una de las discotecas ubicadas en la calle de la Media Luna, en el barrio Getsemaní, sitio frecuentado en su mayoría por ciudadanos extranjeros, donde fue abordada por este venezolano, iniciando una relación sentimental que se extendió por cerca de dos meses.
Le puede interesar: Descartan COVID-19 en varias personas que tuvieron contacto con recluso infectado en Barranquilla
Este hombre se ganó la confianza de la extranjera con quien había tenido una relación sentimental por dos meses, y en uno de los encuentros mientras la víctima dormía, a través del reconocimiento facial accedió al dispositivo móvil, obteniendo información privilegiada de cuentas de correos y tarjetas de crédito virtuales, modificando las contraseñas para limitar el acceso y posteriormente extorsionar.
El astuto delincuente utilizó el uniforme e implementos de una reconocida plataforma de servicios a domicilio, para eludir los controles policiales de pico y cédula, e ingresar al centro histórico, donde recibiría el pago de la extorsión.
Le puede interesar: Ya son más de mil casos positivos de la COVID-19 en Atlántico
Ante la línea 165 del GAULA de la Policía Nacional, la joven turista denunció la extorsión, entregando información clave para que fuera capturado por los expertos antiextorsión. Cuando la joven turista decide terminar la relación, el actor criminal inicia las exigencias extorsivas, por trescientos dólares, cerca de un millón doscientos mil pesos, a cambio de regresar la información y el acceso a las cuentas.
