Inminente paro de taxistas en Santa Marta en exigencia de controles al transporte público ilegal

En una acción que podría afectar de manera significativa la movilidad en una de las ciudades turísticas más importantes del país, el gremio de taxistas de Santa Marta se declaró  en Asamblea Permanente, exigiendo el cumplimiento del Decreto 161 y el control efectivo de lo que denuncian como una operación ilegal e informal de transporte individual de pasajeros.

La medida fue anunciada a través de un comunicado oficial respaldado por Asoprotaxis, así como por propietarios, administradores y empresas afiliadoras del sector del taxi. El gremio denuncia la proliferación de vehículos de servicio especial y particulares que, valiéndose de plataformas digitales, estarían prestando un servicio que la ley reserva exclusivamente al transporte público habilitado.

“Lo que está ocurriendo es una burla al transporte público legalmente constituido”, declaró Alejandro Arias, presidente de Asoprotaxis. “Exigimos que el Distrito haga cumplir el Decreto 161 con firmeza” enfatizó el dirigente del gremio.

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El Decreto 161, expedido por la Alcaldía de Santa Marta, establece restricciones de movilidad para los vehículos de servicio especial, principalmente para impedir que estos compitan con los taxis en zonas urbanas como el aeropuerto, terminal de transporte, hoteles y playas, puntos clave en la dinámica turística de la ciudad. Sin embargo, el gremio denuncia que dicha norma no se está aplicando, permitiendo la libre operación de transporte informal.

Según los líderes del gremio, el avance del transporte informal no solo vulnera la legalidad del sector, sino que amenaza directamente el sustento de cientos de familias samarias que dependen de los ingresos generados por el taxi formal.

“Nuestra Asamblea Permanente es pacífica, pero decidida”, advirtió Olga Rodríguez, gerente de Taxis 4209000. “No cesaremos hasta que se restablezca el orden legal en el transporte público.”

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Hasta el momento no se ha producido un pronunciamiento oficial por parte de la Alcaldía Distrital de Santa Marta ni de la Secretaría de Movilidad, aunque se espera una respuesta en las próximas horas ante la creciente presión del gremio.

El conflicto entre taxistas formales y plataformas digitales o vehículos no habilitados no es exclusivo de Santa Marta. En ciudades como Bogotá, Medellín y Cartagena, los gremios tradicionales del transporte vienen librando luchas similares, exigiendo reglas claras y cumplimiento de la ley frente a un modelo de movilidad que ha cambiado con la tecnología, pero no siempre con el respaldo normativo suficiente.

La inconformidad de los taxistas en Santa Marta ocurre ad portas de la temporada de mitad de año, que históricamente coincide con vacaciones escolares y festividades religiosas. De intensificarse la protesta o si llega a traducirse en bloqueos, la movilidad de miles de visitantes nacionales e internacionales podría verse gravemente comprometida, generando afectaciones económicas para múltiples sectores vinculados al turismo.