Histórica entrega de tierras devuelve a los Arhuacos su salida ancestral al mar
Entrega de 227 hectáreas del predio Los Acantilados.
Cortesía ANT.
8 Jul 2025 10:53 AM

Histórica entrega de tierras devuelve a los Arhuacos su salida ancestral al mar

Angy
Cueto Martínez
Para los indígenas, este territorio es un ser vivo interconectado; extensión natural de la Sierra Nevada.

En un hecho de profundo significado espiritual, cultural y político, el Gobierno Nacional, a través de la Agencia Nacional de Tierras (ANT) y la Sociedad de Activos Especiales (SAE), entregó al pueblo Arhuaco 227 hectáreas del predio Los Acantilados, ubicado en Guachaca (Santa Marta), restaurando su acceso ancestral al mar Caribe tras más de una década sin avances territoriales.

La entrega, realizada en el marco de los 500 años de la fundación de Santa Marta, simboliza la ampliación del resguardo Katanzama y fortalece la protección de la Línea Negra, sistema de puntos sagrados que demarcan el territorio espiritual de los pueblos indígenas de la Sierra Nevada: Kogui, Wiwa, Kankuamo y Arhuaco.

“Este momento es histórico para nosotros. El mar no es un final, sino una extensión natural de la Sierra, esencial para nuestras ceremonias y para el equilibrio de la Madre Tierra”, expresó el cabildo gobernador arhuaco, Luis Enrique Salcedo Zalabata.

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El predio entregado pertenecía a la Sociedad de Activos Especiales (SAE) tras haber sido incautado al narcotraficante Diego León Montoya, alias ‘Don Diego’. Su nueva destinación fue destacada como un acto de “justicia histórica” por la presidenta de la SAE, Amelia Pérez Parra, al transformar un espacio asociado al crimen en un santuario de vida, espiritualidad y reconstrucción cultural.

Con esta entrega, el pueblo Arhuaco ha recibido cerca de 1.260 hectáreas en menos de 90 días, luego de pasar más de 12 años sin que se le adjudicara un solo metro de tierra. Esta dinámica forma parte de la Reforma Agraria étnica impulsada por el Gobierno del presidente Gustavo Petro, que busca saldar una deuda histórica con los pueblos originarios.

El director de la ANT, Juan Felipe Harman, subrayó que este acto representa “una victoria espiritual y cultural”, en coherencia con la directriz presidencial de ampliar la Línea Negra y reconocer el territorio indígena como un ser vivo, interconectado con todos los elementos del universo.

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“Volver al mar es volver a un centro perdido. Estamos cumpliendo la palabra del presidente y haciendo realidad el sueño de habitar el territorio con dignidad y soberanía”, señaló Harman.

Durante siglos, los pueblos de la Sierra fueron despojados de sus tierras costeras por la colonización, la expansión turística y agroganadera. La recuperación de Los Acantilados comienza a cerrar esa herida, permitiendo a los Arhuacos retomar el vínculo espiritual con el mar, clave para su cosmovisión.

Salcedo Zalabata agregó que ya han sembrado más de 15.000 árboles en la zona y que parte del predio será destinado a cultivos de pancoger que garanticen la soberanía alimentaria. Además, se convertirá en espacio para encuentros, rituales y el ejercicio de gobierno propio.

El acto de entrega, alejado de la ostentación, fue presenciado por cerca de 200 personas, entre autoridades indígenas, funcionarios públicos y miembros de la comunidad. Representa no solo un avance en el cumplimiento de derechos territoriales, sino un nuevo horizonte en la defensa de los ecosistemas sagrados de la Sierra.

La ANT reafirmó su compromiso de continuar con la restitución efectiva de territorios indígenas como parte de una política nacional que, además de justicia histórica, apuesta por la protección ambiental y la garantía de autonomía cultural.